No suele ser la tónica de este blog, no nos subimos a las críticas así porque si, pero nos vemos en la obligación en esta ocasión de llevar a cabo una negativa crónica. Advertido queda lector.
Corren tiempos de San Froilán en la capital lucense. Cuando uno nombra esta fecha pronto cae en la cuenta de que los bares están llenos y de que pedir algo con paciencia se hace necesario. Es por eso que para tomar un simple piscolabis, con tranquilidad, nada mejor que alejarse del casco histórico e ir hasta los arrabales. Un hombre de barrio como este narrador, tiene sus lugares preferidos a pocos pasos de casa, pero hablar de ellos concluiría en una emisión típica tópica de la rutina. 
Por lo tanto, no quedó más remedio que probar e innovar.
Para situarnos, primero cabe hacer un pequeño comentario alrededor de la vía donde se encuentra este antiguo local: Rúa San Roque. Esta es una de las vías principales de la capital amurallada, una calle llena de contrastes, desde novísimos edificios hasta viviendas de cuño viejo donde parece habitar el olvido. Es un tránsito con una concentración hostelero bastante alta, distribuída entre pensiones, bares, cafeterías... pero al ser larga no se nota la intensidad, puesto que estos establecimientos se distribuyen bastante en el recorrido. 
En cuanto a la Cafetería París, poseo varios recuerdos de mi etapa de infante, cuando uno descubría nuevos refrescos cada semana, menos Nestea, que tenía teína y te podía matar de hiperactividad. Con 9 añitos me había aficionado a tomar Radical, en su versión sabor naranja, un refresco que continúa rulando por los supermercados pero más habitual es verlo en 24 h. De aquellas tenía un frasco cristalino de vidrio gordo y era bastante azucarado por lo que hacía las delicias de cualquier niño. Llevado por el espíritu de la moda, me atreví a pedir esa marca en el nombrado bar. La cara de la mesonera fue de asco y repulsión, como si se tratase de un capricho, bajé la cabeza y pedí un agua del tiempo. La recibí fría y sin vaso, al final me la bebí y me atraganté con un cacahuete. Así fue la secuencia de los hechos registrados en aquella fría mañana de Noviembre del 2000.
Creo que desde aquel desgraciado incidente mi memoria juvenil no recuerda haber vuelto a este local. Pero como uno siempre tiene ganas de revivir el pasado por malo que sea, volví para ver que se cocía y se comía por aquellos lares. Lo primero que me encuentro es un apariencia totalmente reformada. Se aprovechó el título temático para poner motivos parisinos, desconocemos si estos están en relación con el pasado del dueño, pero creo que nunca llegaremos a saberlo, por lo menos a través de este blog.
El resultado gastronómico esta vez fue el siguiente:
1. Clara de Limón: 1,40.
2. Pincho: Lacón cocido.
Y muchos diréis, pues por lo menos te soltaron algo de comida, en otros sitios ni las gracias te dan. Pues no caballeros, tuve que mendigar ese bocado, arrastrándome por la barra y metiendo la mano entre los dueños y señores de aquel local. Así es, lo que se conoce como clientela habitual tenía un sabio territorio administrado al milímetro. Cuatro bandejas bien dispuestas se encontraban delante de los que allí concurrían. Yo me situé en el otro extremo de la barra porque notaba que me olían, todo aquello parecía muy territorial y cuando la dueña tuvo que abandonar su increíble conversación sobre champús casi me lanza los palillos a mi juvenil rostro. Después volvió presta a su conversación y desde mi ignorancia al ver salir un plato con pinchos de tortilla esperé vacilante a que llegase. Nada vi, nada comí, pasado el plato por el último miembro de este pequeño comité de sabios, la bandeja se posó sobre la barra, pese a mis esfuerzos por provocar una telepatía positiva en la señora tabernera; al final desistí y pedí que me cobrase. Creo que había que pagar un suplemento por las 'gracias' ya que ni esas me llevé en mi aventura.
Resumiendo. Intento hacer estas valoraciones atendiendo a la recepción de varios servicios recibidos, pero creo que en esta ocasión no va a suceder eso.
1/10 (Un punto por eso de que el local tiene baño, luz y servicios básicos).







0 comentarios:
Publicar un comentario